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Mi historia favorita del Talmud es la de los rabinos muy santos _Jehoshua y Tafon_ que discrepan como jueces sobre cierta interpretación de la Torá, la ley divina. Y discuten, en la más honorable tradición judía, día y noche. Ni comen ni duermen, sólo discuten. Tras siete días y siete noches, el propio Dios se apiada de ellos, se da cuenta de que van a morir discutiendo. Así que interfiere y se escucha una voz desde lo alto, una voz celestial ( Bat Kol ) que dice : " El rabino Jehoshua tiene razón, el rabino Tafon está equivocado, id a dormir" ( esto último no está en el texto pero sí en el contexto) . Pero la historia no termina ahí. El perdedor, el rabino Tafon, vuelve sus ojos a lo alto y dice: " Dios Todopoderoso,has dado la Torá a los seres humanos; por favor mantente al margen de esta discusión" . ¡ Y ningún rayo celestial lo fulminó ni fue lanzado al fuego eterno! De hecho, tras lo que yo imagino una vacilación momentánea, Dios dice: "Mis hijos me han derrotado". Y se va, por decirlo de alguna forma, con el rabo entre las piernas, mientras las discusión continúa entre los dos rabinos.
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Amos Oz -Contra el fanatismo
Mi historia favorita del Talmud es la de los rabinos muy santos _Jehoshua y Tafon_ que discrepan como jueces sobre cierta interpretación de la Torá, la ley divina. Y discuten, en la más honorable tradición judía, día y noche. Ni comen ni duermen, sólo discuten. Tras siete días y siete noches, el propio Dios se apiada de ellos, se da cuenta de que van a morir discutiendo. Así que interfiere y se escucha una voz desde lo alto, una voz celestial ( Bat Kol ) que dice : " El rabino Jehoshua tiene razón, el rabino Tafon está equivocado, id a dormir" ( esto último no está en el texto pero sí en el contexto) . Pero la historia no termina ahí. El perdedor, el rabino Tafon, vuelve sus ojos a lo alto y dice: " Dios Todopoderoso,has dado la Torá a los seres humanos; por favor mantente al margen de esta discusión" . ¡ Y ningún rayo celestial lo fulminó ni fue lanzado al fuego eterno! De hecho, tras lo que yo imagino una vacilación momentánea, Dios dice: "Mis hijos me han derrotado". Y se va, por decirlo de alguna forma, con el rabo entre las piernas, mientras las discusión continúa entre los dos rabinos.
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Amos Oz -Contra el fanatismo
"Quiero construir una barca en el mar"(...)
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