Porque no espero volver ya más
porque no espero
porque no espero volver
envidiando el saber de éste y el don de aquél
ya no me empeño en empeñarme en tales cosas
( ¿por qué habría el viejo águila de extender sus alas?
¿por qué tendría yo que deplorar
el disipado poder del usual reino ? )
Porque no espero volver a conocer
la débil gloria de la hora positiva
porque no lo pienso
porque sé que no conoceré
el único y verdadero poder transitorio
porque no puedo beber
donde florecen los árboles y brotan manantiales , porque no hay
nada nuevo
porque sé que el tiempo es siempre tiempo
el lugar es siempre y solamente lugar
y lo que es actual lo es sólo por una vez
y sólo para un lugar
me regocija que las cosas sean como son y
renuncio al rostro bendecido
y renuncio a la voz
porque no espero volver ya más
por tanto me regocijo, teniendo que construir
algo de lo que regocijarme
y ruego a Dios que tenga misericordia de nosotros
y ruego poder olvidar
esos asuntos que discuto conmigo en exceso
y en exceso explico
porque no espero volver
que estas palabras respondan
por lo hecho, para que no vuelva a hacerse
y pueda el juicio no sernos demasiado duro.
Porque estas alas ya no son alas para volar
sino meras veletas que el aire golpea
este aire de ahora completamente tenue y seco
más tenue y seco que la voluntad
enséñanos a sentarnos en calma.
(...)
Miércoles de ceniza
T.S. Eliot
porque no espero
porque no espero volver
envidiando el saber de éste y el don de aquél
ya no me empeño en empeñarme en tales cosas
( ¿por qué habría el viejo águila de extender sus alas?
¿por qué tendría yo que deplorar
el disipado poder del usual reino ? )
Porque no espero volver a conocer
la débil gloria de la hora positiva
porque no lo pienso
porque sé que no conoceré
el único y verdadero poder transitorio
porque no puedo beber
donde florecen los árboles y brotan manantiales , porque no hay
nada nuevo
porque sé que el tiempo es siempre tiempo
el lugar es siempre y solamente lugar
y lo que es actual lo es sólo por una vez
y sólo para un lugar
me regocija que las cosas sean como son y
renuncio al rostro bendecido
y renuncio a la voz
porque no espero volver ya más
por tanto me regocijo, teniendo que construir
algo de lo que regocijarme
y ruego a Dios que tenga misericordia de nosotros
y ruego poder olvidar
esos asuntos que discuto conmigo en exceso
y en exceso explico
porque no espero volver
que estas palabras respondan
por lo hecho, para que no vuelva a hacerse
y pueda el juicio no sernos demasiado duro.
Porque estas alas ya no son alas para volar
sino meras veletas que el aire golpea
este aire de ahora completamente tenue y seco
más tenue y seco que la voluntad
enséñanos a sentarnos en calma.
(...)
Miércoles de ceniza
T.S. Eliot